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LOS ALIMENTOS VEGETALES MUY QUEMADOS PRODUCEN CANCER

Según un estudio realizado por la Food Standards Agency del Reino Unido (FSA) algunos alimentos como el pan, las patatas, el café, las galletas y los cereales quemados contienen un químico llamado acrilamida, que puede producir cáncer.

En un mercado en el que cada vez más los alimentos que consumimos son procesados, la seguridad alimentaria debería ser la máxima prioridad para los fabricantes, además de poner atención ante las posibles amenazas químicas o biológicas. Se debe reflexionar sobre los riesgos para la salud de los productos denominados contaminantes procesales como la acrilamida, carbamato de etilo, hidrocarburos HAP, melanina…, contaminantes que se generan como resultado de los propios procesos de elaboración de productos.

La universidad de Estocolmo investigo en el año 2002 la toxicidad de la acrilamida, así como su generación en distintos procesos de elaboración de productos alimenticios, remarcando su aparición en las patatas fritas, los cereales de desayuno y las galletas, el pan, el café y los alimentos infantiles de cereales.

Según médicos y nutricionistas, se desaconseja el consumo de alimentos quemados entre los cuales se encuentra destacado el café torrefacto. Este café pertenece al grupo de cafés comerciales que llevan un sobre tueste, al que hay que añadir entre un 15-20 % de azúcar carbonizado que forma parte de su composición. Este tipo de tostado del café, exclusivo de España y Portugal y prohibido en otros países de Europa, sigue siendo una prioridad en muchos hogares de España aun sabiendo que no es saludable.

 

Origen del café torrefactor

 

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Hace unos siglos los marineros veían como la humedad estropeaba su café en trayectos largos en el mar y encontraron una solución para poder mantener los granos en mejor estado. Comenzaron a tostar el grano de café con azúcar y consiguieron así una fina capa de caramelo que recubría los granos. Pensaron que así los granos se conservarían más tiempo, además también consiguieron obtener más cantidad de “café” (más peso) con menos cantidad de granos de café. El resultado de este café es un líquido de color muy oscuro, denso y de sabor amargo, propiedades todas ellas debidas al azúcar tostado, que elimina cualquier aroma del café original y que, desde luego, es una bebida apoco apetecible para cualquiera que quiera saborear un buen café. Aun así, en España todavía se sigue consumiendo en abundancia.

Hoy en día, en España, este café puede encontrarse en distintos grados de mezcla con café tostado sin azúcar, llamado comercialmente “tueste natural” (No confundir con el proceso natural de separación de la pulpa para obtener los granos limpios de café previo al tostado del mismo característico de muchos cafés Premium o de especialidad). Esta mezcla podemos encontrarla en variedades como: 50% Torrefacto / 50% natural, 70%/30%, 80%/20%.

El sabor de este tipo de mezclas rompe con todas las reglas del buen café. A pesar de ello, son de los cafés más vendidos en los supermercados y también es normal encontrarlos en muchos bares y restaurantes.

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Además de su peor sabor y la aparición, como ya hemos comentado, de productos nocivos en su elaboración, estos cafés tienen otros efectos nocivos en la salud que podemos entender fácilmente. Su sabor habitual es a quemado o amargo, el típico café que podemos tomar en muchos bares y restaurantes. Para compensar este sabor a quemado habitualmente se añade entre uno y dos sobres de azúcar, unos 20g por cada café. De esta forma perjudicamos doblemente nuestra salud, por un lado, ingerimos los componentes cancerígenos que aparecen por este sobre tueste, por otro lado, hacemos una doble ingesta de azúcar. Si para compensar el sabor consumimos hasta 20g de azúcar por cada café y tomamos tres cafés al día, la ingesta de azúcar se dispara a 60g, (se recomienda una ingesta máxima de 35g de azúcar al día). Este consumo excesivo de azúcar desemboco en problemas de sobrepeso, hipertensión, diabetes, etc.

Además de todo lo anterior, el consumo del café torrefacto está tan arraigado entre los españoles que estamos acostumbrados a asumir que el café debe ser una bebida de color negro intenso, amargo y fuerte, y esas son las características que buscamos en lo que entendemos como “buen café”. Está claro que nos falta conocimiento y experiencia para entender lo que es un BUEN CAFÉ.

Muchas veces nos preguntamos ¿Por qué aun se vende esta clase de café sabiendo de sus desventajas? La respuesta es sencilla, falta de información, y demanda social. Además, conviene recordar que el azúcar es adictivo y el café torrefacto este tostado con azúcar.

 ¿Es posible dejar de tomar café torrefacto?

Tengo buenas noticias para vosotros, en primer lugar, el café de especialidad solo hace tuestes medios o leves, y por otro lado podemos conseguir tomar bebidas calientes sin azúcar en tres pasos.

Paso uno. Tenemos que disponer de una materia prima de alta calidad como son infusiones Premium o café de especialidad

Paso dos. Si estamos muy acostumbrados a edulcorar las bebidas calientes y normalmente echamos un sobre, una cucharada o dos cucharadas pequeñitas de azúcar, debemos acostumbrarnos a reducir esa cantidad de azúcar a la mitad. Aplica esta regla unos 15 días, máximo un mes. Podrás degustar los sabores propiamente dichos de esas infusiones o ese café de especialidad. Son sabores intensos que dejan un sabor y una sensación duradera.

Paso tres. Pasado ese periodo de adaptación, eliminaremos totalmente el azúcar.

 

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Es un esfuerzo que merece la pena. Empezaremos a degustar este tipo de bebidas añadiendo dos factores saludables para nuestro organismo:

Primero habremos eliminado el sobre tueste, origen de varios subproductos peligrosos para nuestra salud.

Segundo, la calidad del producto favorecerá la eliminación, o al menos, la reducción significativa, del uso de azúcar o edulcorantes (¡que decir sobre lo saludable de los edulcorantes artificiales!).

 Por último, además de todas las razones expuestas para que reconsideremos el uso de cafés torrefactos, o otros tipos de cafés de baja calidad, debemos considerar que, a nivel gustativo, a nivel del bienestar y de las sensaciones que vamos a experimentar, el consumo de cafés o infusiones de especialidad, en compañía, con una charla agradable o bien sencillamente en solitario, disfrutando de una buena lectura, una tarde de sol o admirando un paisaje, es algo que necesariamente debe hacer sentir mejor.

 

 

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